El motorista y el uso de protecciones

Sin protecciones

Con el fin del verano, miro hacia atrás y hago balance de la cantidad de gente que he visto desplazándose en moto sin un mínimo de protecciones. Y no me refiero únicamente al casco, que al menos en Asturias, esta prácticamente generalizado su uso, no como en el sur de España, que brilla por su ausencia.

La gente decide ponerse a los mandos de su motocicleta sin recapacitar ni lo más mínimo en la peligrosidad que conlleva el no ir correctamente protegido. Tampoco estoy diciendo que haya que ponerse todo el equipamiento disponible, pero si debemos analizar y priorizar cuáles pueden ser los elementos que nos salven en una caída de tener consecuencias graves y cuáles pueden ser superfluos por el tipo de desplazamiento que vayamos a hacer.

Aunque en próximas entradas explicaremos que tipo de protecciones existen en el mercado y su uso, en esta primera aproximación intentaremos hacer un listado de algunas de ellas, pensando sobre todo en desplazamientos cortos y de tipo urbano, que suelen ser los que más peligro entrañan por la dejadez de los usuarios en utilizarlas en verano.

Así, la prenda imprescindible, y no sólo porque su uso es obligatorio, sino porque de su uso o no dependerá nuestra vida en caso de una caída, es el casco. Ya en su momento, analizamos en profundidad los modelos y su uso, por lo que recomiendo su lectura.

Espaldera

Seguimos en orden de prioridades con la espaldera. Parece increíble la poca importancia que se le da a esta protección, cuando es tan importante como el casco. La única diferencia con él, es que en vez de evitar nuestra muerte, evitará que acabemos postrados en una silla de ruedas o incluso en una cama. Una simple caída después de golpearse contra un vehículo, hará que nuestros huesos den contra el duro asfalto. Si el golpe se produce con la espalda y, por ejemplo, contra un bordillo, creo que no hace falta que os comente lo que puede llegar a ocurrir.

La chaqueta, siempre con protecciones en codos y hombros, evitará primeramente, que nos quememos debido al roce contra el asfalto y también absorberá la mayor parte del impacto que pueden sufrir nuestras articulaciones. Si, lo sé, dan calor, pero existen modelos de verano, muy ventilados, que una vez en marcha nos permitirán circular cómodamente.

Por último, un calzado adecuado. Tampoco es necesario llevar unas botas rígidas como las de MotoGP, pues impedirán que podamos caminar cómodamente. En el mercado existe calzado urbano, con suficientes protecciones y flexibles a la vez, que harán que nuestros huesos de los pies estén a buen recaudo. Una simple caída en parado, casi siempre acaba con una de las piernas debajo de la moto. Y 200 kilogramos son muchos para unas chanclas, por muchas tiras que tengan.