Cómo ahorrar carburante en tiempos de crisis


  • Un simulador muestra en Valencia cómo reducir contaminación y consumo
  • La conducción eficiente permite economizar entre un 10 y un 25%

Malas noticias. El precio de la gasolina ha subido y el bolsillo se resiente de nuevo. En tiempos de crisis todo cuenta. Hasta unos céntimos por litro. Sin embargo, paliar la sangría económica está a nuestro alcance. Porque conducir bien siempre tiene premio. El del ahorro.

La diferencia entre un consumo contenido y el derroche desmesurado de carburante se sitúa en la pericia del piloto. Según los expertos, se puede conservar entre el 15 y el 25%. Es el resultado de una ecuación sencilla. A mayor eficiencia, menores costes.

Por eso, los vicios al volante no contribuyen a rebajar la factura en la estación de servicio. Ni a preservar el medio ambiente. Los buenos conductores no sólo economizan gastos, también reducen las emisiones a la atmósfera. Sí, se puede.

En Valencia, un simulador ha puesto a prueba la destreza de los automovilistas más avezados. Se trata de un examen de conducción real por distintos tipos de rutas: montaña, pendiente, autopista y ciudad. El reto, completar un trayecto con el menor consumo de carburante posible.

En la pantalla, los tramos en los que se respeta los límites de gasolina se tiñen de verde, mientras que los ineficientes se tornan en rojo. La experiencia es aquí un grado. Por ello muchos repiten hasta completar el desafío.

Al proyecto, promovido por BP y con el respaldo del Ayuntamiento de Valencia se ha sumado la piloto Marta Suria, que participa en la Copa Clio y la Mini Challenge. Suyos son los consejos para no pagar de más en este medio de transporte.

El sencillo juego es todo un éxito. Desde la organización aseguran que aporta todas las indicaciones y trucos necesarios para ahorrar gasolina. Recomendaciones que se resumen en diez puntos. Es el decálogo del conductor eficiente:

1.- Presión correcta de neumáticos. Las ruedas poco hinchadas incrementan la resistencia de rodadura entre el coche y la carretera. Esto exige una fuerza al motor.

2.- Correcto mantenimiento del vehículo. Se deben revisar los filtros y el aceite para evitar que repercuta en el consumo y en las emisiones.

3.- Desmonte la baca del coche. Los elementos externos han de ser retirados cuando no estén en uso ya que aumentan la resistencia del aire. Los techos solares y las ventanillas abiertas también afectan a la aerodinámica.

4.- Reduzca el uso del aire acondicionado. Este sistema contiene una bomba de compresión que propulsa el motor. Por tanto, consume más cuando la climatización está en marcha.

5.- Eliminar pesos innecesarios. Transportar pesos obliga a trabajar más y afecto sobre todo en las maniobras de parada y reanudación de la marcha.

6.- Evite una conducción con excesivas paradas. Adelantándose al tráfico se reduce el uso del acelerador y el freno. Conviene dejar de pisar el acelerador, aún con la marcha metida, porque cierra los inyectores e impide el paso de carburante.

7.- Huya del exceso de ralentí. Mantener innecesariamente así el coche consume incluso estando detenidos. Si se va a seguir en parada durante algunos minutos es preferible apagar el motor.

8.- Eluda las aceleraciones bruscas. Se debe acelerar de forma progresiva, utilizando siempre la marcha adecuada. Para reducir el consumo se recomienda cambiar de marcha a 2.500 revoluciones en vehículos de gasolina y a 2.000 en los diesel.

9.- Evite los desplazamientos cortos. Al partir del motor en frío se emplea más carburante para calentarlo. El catalizador, que reduce las emisiones es menos eficiente cuando está frío.

10.- Circulación en pendiente. Es preferible utilizar una marcha baja y mantener el motor a mayores revoluciones cuando se ascienda por pendientes pronunciadas.

Fuente: elmundo.es