La conducción eficiente en ocho pasos

Controlando una serie de acciones para mantener una velocidad constante y adecuada, ahorras energía y disminuyes los costes de mantenimientos del vehículo, que se esfuerza menos.

Paso 1: Arrancar el motor sin acelerar. Al girar la llave del contacto, la regulación del motor ajusta las condiciones necesarias para un arranque efectivo, por tanto, la costumbre de acelerar cuando se arranca el motor sólo sirve para desajustar la regulación electrónica y restar rendimiento a la operación de arranque.


Paso 2: Iniciar la marcha inmediatamente después de arrancar el motor, en los coches de gasolina, y esperar unos segundos en los coches diesel.


Paso 3: Mantener una velocidad de circulación uniforme y moderada, ya que a partir de los 100 km/hora el consumo se multiplica. Lo idónea es circular con la marcha más larga posible y a bajas revoluciones.


Paso 4: Cambio de marcha. En los procesos de aceleración, lo mejor es cambiar de marcha entre las 2.000 y las 2.500 revoluciones en los motores de gasolina y entre las 1.500 y las 2.000 en los motores diesel.


Paso 5: La velocidadad. Para mantener una conducción eficiente, pon la segunda marcha aproximadamente transcurridos dos segundos o recorridos 6 metros desde el momento de arrancar. La tercera, a partir de los 30 km/h; la cuarta, a partir de los 40 km/h; y la quinta marcha, a partir de los 50 km/h.


Paso 6: En los procesos de desaceleración, reducir marchas lo más tarde posible. Levantar el pie del acelerador y dejar que el coche ruede con su propia inercia, efectuar pequeñas correcciones de velocidad con el freno levantado y finalmente, si es necesario, reducir marchas antes de parar completamente.


Paso 7: En los coches con cambio de marchas con caja de cambios automática, escoger la posición de conducción económica (ECO).


Paso 8: Conducir con previsión y anticipación para evitar maniobras bruscas.