Arranque y parada del motor

Precalentador diesel (testigo)

Me imagino que a estas alturas no voy a enseñar a nadie a arrancar su motor y cómo pararlo, pero es algo más que girar la llave para un sentido o el otro. Para empezar, hay que pensar si el motor es de gasolina o diesel. Los motores gasolina arrancan tal cual y sin pisar el acelerador, pero los diesel no hay que llevar la llave hasta la posición final hasta que no se apaga el testigo de precalentamiento.

Este testigo indica que se está preparando el motor para el arranque, y cuando se apaga el testigo, podemos arrancar, nuevamente sin acelerar (a menos que sea imprescindible ya que de otra forma no arranque). Ojo, con el motor arrancado hay que esperar unos segundos para que el mecanismo de lubricación adquiera una mínima eficacia, iniciar la marcha directamente con un diesel acorta la vida útil del motor y hace llegar antes las averías.

Con un motor de gasolina no es así, podemos iniciar la marcha inmediatamente. Esto es por motivo de eficiencia, el motor se calentará sólo por el movimiento, dejarlo al ralentí calentándose no es más efectivo sino al revés. El motor diesel exige un mínimo lapso (10-15 segundos) para que el aceite circule bien. Mientras el motor esté frío, gasolina o diesel, no hay que exigirle el máximo ni pisarle mucho.

Turbocompresor

Ahora bien, cuando vayamos a parar el motor, si el motor es atmosférico, gasolina o diesel, podemos parar sin ningún paso más, ¡sin dar un último acelerón! Los motores turboalimentados tienen unas partes mecánicas muy delicadas (turbina y compresor), que giran a altas velocidades y que precisan de una lubricación muy buena. Cuando han trabajado con mucha carga, han podido llegar a 250.000 RPM y la lubricación ha dejado de ser óptima (*).

Si queremos que nos dure el turbo (cuya avería es de las más caras), dejemos el motor girando al ralentí antes de apagarlo unos segundos. Si el uso no ha sido intensivo, 10-15 segundos serán suficientes, pero si hemos pisado mucho el acelerador, por haber coronado un puerto o haber mantenido una velocidad de crucero elevada, más de 20-30 segundos hasta un minuto es un tiempo recomendable.

Algunos turismos muy modernos no requieren de esta práctica, pero el 98-99% sí. Este pequeño hábito alargará la vida de nuestro motor con un impacto mínimo en el consumo de combustible. En los motores turbo, el último acelerón es una forma muy óptima de precipitar su avería.

(*): Los circuitos de lubricación y refrigeración no suelen funcionar con el motor apagado, de ahí que haya que dejarlo encendido.